[et_pb_section bb_built=»1″ admin_label=»section»][et_pb_row admin_label=»row»][et_pb_column type=»4_4″][et_pb_text admin_label=»Tekst»]Hace un año, en abril de 2009, el descubrimiento en México y EE.UU de un virus hasta entonces desconocido, el A H1N1, despertó el espectro de una pandemia mortífera y desató una cadena de acciones sin precedentes por parte de las autoridades, cuyo criticado gasto se eleva a miles de millones de euros.
Un año después aún no tenemos la respuesta a la pregunta sobre si la decisión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de declarar la primera pandemia del siglo XXI fue un exceso de dramatización o incluso si estuvo supeditada a intereses comerciales.
Los gobiernos se gastaron cantidades enormes en vacunas que luego resultó ser un despilfarro ya que la respuesta de la población para vacunarse fue mínima.
En nombre de la transparencia y para responder a las críticas, la OMS, que niega toda interferencia de los laboratorios en sus decisiones, creó un comité independiente para evaluar cómo se trató la pandemia, cuyo resultado será conocido en esta primavera.
La gripe A H1N1 causó 16.900 muertes en todo el mundo. En México, donde se descubrió el virus, fueron 1.200 las víctimas mortales y 72.000 los infectados.[/et_pb_text][/et_pb_column][/et_pb_row][/et_pb_section]